Para comenzar a hablar de transformación cultural, lo primero que tenemos que entender es qué es cultura en las organizaciones.
Podríamos decir que la cultura está constituida por formas y modelos, explícitos e implícitos, a través de los cuales una organización orienta el comportamiento de las personas que la conforman. Está asociada a los “cómo” (a la forma de hacer las cosas). Incluye costumbres, prácticas, códigos, maneras de ser, normas y reglas, rituales, sistemas de creencias y valores.
Es imposible pensar al negocio por un lado y a la cultura por otro, la cultura es un atributo real del negocio que puede incluso llegar a determinar el futuro de la organización. Algunos autores definen a la cultura como
“el condimento que hace que las empresas crezcan y se desarrollen con solidez”.
¿Ahora bien, para qué transformar la cultura? La respuesta es nada más ni nada menos que para alcanzar los objetivos de negocio, sean cuales sean.
Ese momento en que estamos diseñando el plan estratégico, que estamos definiendo y pensando la estrategia y los objetivos de la organización es un buen momento para parar la pelota y preguntarnos ¿La cultura que hoy tengo potencia mi negocio? ¿es la que me va a permitir crecer? ¿es la que necesito a futuro?
La mayoría de las empresas abordan un proceso de transformación cultural por 2 razón: una por crisis, donde los resultados no se están dando, donde hay algo que tenemos que cambiar hoy y de forma urgente; y otra por visión, donde queremos evolucionar, crecer, expandirnos.
La transformación cultural es un proceso vivo, donde se aborda a la organización en forma integral para construir una nueva coherencia. Esta nueva coherencia se construye a partir de las dimensiones en la que la cultura se evidencia, por ejemplo, la forma en que nos comunicamos, el modelo de liderazgo, el trabajo en equipo, el tratamiento del error, etc.
En los procesos de transformación cultural hay 2 componentes claves, el primero es la intensidad, es importante contar con numerosas actividades, talleres, capacitaciones, acompañamiento a las personas y equipos para que logren empoderarse y apropiarse de esa transformación. El otro componente es el tiempo, cuando hablamos de procesos de transformación cultural estamos hablando de desarrollar hábitos y esto requiere tiempo.
En definitiva, el proceso de transformación cultural es un proceso de aprendizaje organizacional con sentido estratégico, para pasar de sufrir en el día a día a crear un entorno de trabajo más eficiente y productivo, que apalanque el logro de los resultados organizacionales y promueva el bienestar de los colaboradores.
Lic. Mónica Parodi
Gerente Eje Gestión Humana
Consultnet srl